Paula se trasladó a la V región el 2013 para ser parte de la plantación en Reñaca; por lo que tiene el privilegio de estar desde el comienzo sirviendo con mujeres, niños y en las distintas áreas de nuestra comunidad. Es una agradecida de Dios por ser testigo en primera fila de ver cómo Cristo ha obrado durante todos estos años en la vida de muchas personas. Desde enero del 2020 se unió al servicio del equipo plantador en Concón, y es su deseo seguir conociendo la belleza de Jesús y poner sus dones al servicio para que otros también lo hagan.